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Dra. Paola Salas Rivas
Epidemióloga
Departamento de Enfermería,
Facultad de Ciencias, ULS
La Pandemia por el llamado virus Covid-19 en nuestro país y mundo, es una nueva experiencia sin precedentes recientes, su desconocimiento sumado a la alta tasa de infectividad, están causando sentimientos asociados al “miedos y angustia” en especial en poblaciones de grupos de riesgo.
A esto se suma la
incertidumbre de no saber cuándo la curva epidémica comenzará a descender,
proceso que ha sido muy difícil de predecir, y que no se sabe si luego que
llegue a un peaks, ésta bajará y se detendrá, o quizás se podría presentar una
segunda curva como ha ocurrido en otras enfermedades que tiene la misma fuente
de transmisión (PERSONA a PERSONA) y que
se denominan en epidemiologia “Fuente propagada”, donde los peaks es aproximadamente el periodo
de incubación de casos secundarios.
Por otra parte, tenemos
sólo un sistema de salud con recursos humanos e infraestructura (ya integrado
el sistema público con el privado), el cual está expectante en apoyo instrumental,
emocional e informativo, pero que escasamente puede crecer respecto a la oferta
de salud previa a la pandemia por COVID 19 en cada localidad (sector, comuna o
región).
Todos estos
factores, hacen que comencemos a propiciar una lucha conjunta por desacelerar
la propagación de la enfermedad por coronavirus, con base a una
responsabilidad individual, y ya no sólo del colectivo.
SITUACIONES
QUE PERMITIRÍAN DESACELERAR EL CONTAGIO
Participación
ciudadana de no exponerse: La estrategia que ha dado mayores beneficios para desacelerar la
propagación del COVID 19, es convencer a la población que el cuidado de la
salud lo debemos hacer todos, no los “otros”. El mensaje es claro; si puedes
“quédate en casa”, atendiendo al principio básico de mantenernos saludables,
esto quiere decir; cuidar la salud mental, dejar el tabaco, ser padres sanos,
hacer actividad física (meditar, elongar, ejercicios con rutinas constantes),
leer, y alimentarnos sanamente. Se debe considerar en esta intervención que
todos pasamos apuros distintos y que la pandemia impacta de manera diferente a
cada uno, que estamos todos dentro de un mismo hogar y para todos y todas la
situación es complicada, y el mantenernos sanos y pensar que quizás no puedes
controlarlo todo, pero si minimizar los riesgos de exposición de los que se
ama, eso sí está bajo tu control.
Infodemia
Covid 19: Es necesario disminuir la información
errónea o falsa, los mitos y los rumores sobre lo que se transmite por los
diferentes medios de comunicación masiva, o a través de las redes sociales,
para ello la Organización Mundial de La Salud ( OMS), hace reuniones periódicas
con expertos y va intentando regular que la información sea la más confiable
posible, por esto la importancia de validar la información en fuentes
confiables como OMS, CDC (centro de control y prevención de enfermedades de
EEUU) o bien, artículos de revistas científicas con comités editoriales.
Tener una
visión real de la incidencia: La evidencia científica en la OMS señala que
se enferma de un 3 a un 10% del equipo de salud que está atendiendo a la
población enferma por coronavirus en diferentes partes del mundo. A ello se
debe agregar, que la incidencia no es sólo el número de personas con
diagnóstico positivo COVID 19 (casos nuevos) cada día, sino también aquella
población que no ha podido ser testeada por diversos motivos a través de un
examen de diagnóstico válido también llamado Gold Estándar (que en este caso
corresponde a la PCR) y que otorga la condición de positividad para el agente
infeccioso denominado virus SARS-Cov2 (Síndrome respiratorio agudo severo
coronavirus 2), causante de la enfermedad del coronavirus, que se ha abreviado
como COVID-19. El objetivo sanitario debiera ser identificar rápidamente a las
personas que pudieran estar con sospecha o positivos al COVID 19, y para ello
se necesitan centros o laboratorios que realicen los exámenes ojalá en el menor
tiempo posible, esto permite optimiza el manejo clínico y preventivo de casos,
como el seguimiento de los que potencialmente podrían estar contagiando en
presencia de síntomas. A este grupo se debe agregar la incidencia de los
denominados casos de “transmisión silenciosa” y que se refiere a las personas
asintomáticas que han sido contactos de casos positivos, que incluso, la última
evidencia científica señala, podrían también estar transmitiendo la enfermedad,
y que se hace imprescindible entregar un diagnóstico de laboratorio.
Propiciar
la vigilancia epidemiológica comunitaria: Lo
ideal, además, sería que la inmunidad en los enfermos se desarrolle de manera
gradual, pero mientras eso ocurre, la ciudadanía debería adoptar un sistema de “vigilancia
epidemiológica” activo que nos
permitiera por ejemplo, identificar personas de mayor probabilidad de
transmitir la enfermedad, como los de mayor riesgo de enfermar ( catastro de
Adultos mayores, crónicos que existen en estadísticas por sectores). Esto,
sumado a un mayor acceso al diagnóstico que permita facilita el autoaislamiento,
o bien asegurar la inmunidad en los recuperados.
También es
importante seguir fomentando la promoción de la salud y la comunicación de
riesgo, en especial a grupos que aún creen que no han sido expuesto al
contagio, continuar apoyando el cuidado de quienes no tienen cuidadores para
los casos menos graves que no requieren hospitalización, es decir, inspirar y
movilizar a la población, donde todos ayudan. Un claro ejemplo, podría ser el auto
reporte de los recuperados para conocer la evolución de la enfermedad de manera
sistemática aportando al conocimiento científico que bien hace a toda la
humanidad.
Sin duda, la
base de la desaceleración del contagio está en el cumplimiento de las medidas
básicas de prevención para el control de la enfermedad por coronavirus, que
podemos resumir en 5 palabras; MANOS ( lavado de manos con agua y
jabón), CODO (taparse la boca al toser con el antebrazo), DISTANCIA
(mantener el distanciamiento físico y ojalá el aislamiento voluntario
quedándose en casa), DESINFECCIÓN (desinfección de superficies
utilizando soluciones diluidas con cloro) y CARA (evitar tocarse la cara
y uso de mascarillas en lugares donde no podamos mantener la distancia física
como el trasporte público, supermercados, bancos, otros).
Escrito por Dra.
Paola Salas Rivas, Epidemióloga, Doctora en Salud Pública, Universidad de La
Serena.
La Serena, 13 de
abril 2020.
Para consultas y/o comentarios, escribir al correo psalas@userena.cl
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